Este sitio o las herramientas de terceros utilizadas por este sitio web utilizan cookies necesarias para el funcionamiento y útiles para los fines descritos en la política de cookies. Al hacer clic en el botón  "entiendo " usted acepta utilizar cookies.

Siervas de Maria

bANNER

Miércoles, 13 Diciembre 2023 12:09

Aniversario de oro Madre General María Juango y Sor Esperanza Tejada

50 aniversario de profesión religiosa

Madre María Juango

Sor Esperanza Tejada

“Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo,

para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor” (Ef 1,4)

            En el ambiente festivo que envuelve la solemnidad de la Inmaculada Concepción, acompañamos a nuestras queridas Madre General, María Juango y Sor Esperanza Tejada, de la comunidad de Roma para celebrar con gran alegría el 50 aniversario de su profesión religiosa. Elegidas por Cristo, han correspondido a la gracia de la vocación durante diez lustros con entrega y generosidad.

            Desde la Víspera ya se sentían los aires de fiesta en toda la casa, mientras las dos homenajeadas recogidas en oración, hacían su día de retiro como preparación a esta gran efemérides. Cierto, que el centro de todo, era la Capilla, adornada con floreros artísticamente colocados y finos ornamentos y vasos del altar, propios para la ocasión.

            A las 7:30 de la mañana dio comienzo la Eucaristía, presidida por el Padre Xavier Larrañaga, CMF, y concelebrada por dos de nuestros capellanes, Hijos de Santa María Inmaculada y un Siervo de María. La procesión de entrada la iniciaron Madre María y Sor Esperanza portando dos lámparas encendidas simbolizando la fidelidad de Dios en sus vidas por estos cincuenta años. Antes de comenzar la Eucaristía invocando a la Santísima Trinidad, en un acto emotivo y muy significativo, ambas subieron al ambón, donde de forma alterna dieron gracias a Dios por los años vividos en su casa como Siervas de María, así como a la congregación, sus familias, sin olvidar a nuestros celosos capellanes que celebraban también la fiesta congregacional.

            En su homilía, Padre Javier, se refirió a las lecturas de la Solemnidad aplicadas a nuestra vida consagrada. El coro de las Hermanas amenizó con hermosos cantos que dieron a la liturgia el esplendor que merece. Al finalizar la Eucaristía, los cuatro sacerdotes mostraron su alegría y agradecimiento al poder compartir con nosotras la celebración de este día.

            La comunidad mostró su cercanía y gozo homenajeando a Madre María y Sor Esperanza con cantos, poesías y el compartir fraterno. Las provincias y muchas comunidades de la congregación se hicieron presentes con la oración, obsequios, mensajes y llamadas telefónicas completando así el día de fiesta que nos une en el amor. En sentidas palabras, Sor Ángela Bodego recogió muy bien los sentimientos que a todas embargaban ante estas dos fieles Hijas de Santa María Soledad:

“Habéis recorrido caminos y veredas;

Mares y océanos, contagiadas por ese perfil,

que Madre Soledad quería para sus Siervas,

y con silueta de orquesta,

habéis repetido a porfía

los ecos de la caridad perfecta;

de la ternura y cercanía;

de la misericordia y eficacia serena,

aprendiendo a ser sinfonía en la Iglesia,

diluidas en ese humus de sencillez y humildad,

con sabor a evangelio, de servicio y entrega,

que la escena del samaritano bueno crea”.

            ¡Gracias, Madre General! ¡Gracias, Sor Esperanza! Sus ejemplos animan en la entrega. Sí, es posible, seguir a Cristo. Sí, es posible vivir con alegría la unión esponsal con Aquél que les ha llamado a derramar el amor que de esa unión se vierte. Sí, es posible la felicidad plena en el darse a los demás sin condiciones. ¡GRACIAS!