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Siervas de Maria

bANNER

Domingo, 18 Febrero 2024 12:41

Celebración Eucarística 25 de enero y Promulgación Decreto de Unificación Provincias de España

CELEBRACIÓN DEL 54 ANIVERSARIO

CANONIZACIÓN DE NUESTRA SANTA MADRE

PROMULGACIÓN DECRETO DE UNIÓN

PROVINCIAS DE ESPAÑA

 

El día 25 de enero de cada año reviste un matiz especial en la Congregación por celebrar el aniversario de la canonización de nuestra Santa Madre. Este día surgen recuerdos inolvidables para las que tuvieron la gran suerte de participar en tan magno acontecimiento. Las que no tuvimos la misma suerte por no haber ingresado aún al Instituto u otras razones, gozamos y nos emocionamos al escuchar tantas vivencias.

Este año, la celebración embargaba nuestros corazones de otros sentimientos al ser la fecha elegida para la Promulgación del Decreto de Unificación de nuestras provincias de España. Con antelación Madre General María Juango, notificó a la Congregación de este evento, del que todas las Hermanas podrían participar a través de la transmisión directa de la Celebración Eucarística, lectura y firma del Documento. La preparación consistió en tres días de adoración eucarística que todas las comunidades acogieron con mucho empeño y fervor, conscientes que el camino de la reestructuración y revitalización del Instituto es responsabilidad de todas.

A las 14 horas, puntualmente dio inicio la solemne Concelebración Eucarística, presidida por Fray Miguel Ángel Hernández Domínguez, Superior General de los Agustinos Recoletos y concelebraron tres de sus hermanos, miembros del Consejo General. Con el hermoso canto de entrada, que recogía las intenciones de continuar caminando en esperanza como Iglesia en marcha por el Espíritu, dio comienzo la procesión de entrada. Ya en la introducción, después de invocar a la Santísima Trinidad, se dio a conocer el nombre de la nueva provincia como Provincia Santa María Soledad.

La Eucaristía fue amenizada con cantos apropiados a la ocasión que toda la comunidad de Roma, unidas al coro formado por algunas Hermanas, entonamos con mucha unción. En su elocuente homilía, Fray Miguel Ángel recogió las distintas celebraciones del día. En primer lugar, la Conversión de San Pablo que es en definitiva la fiesta de la gracia de Dios, pues esta no se da por sus propios esfuerzos, sino por pura gracia de Dios que lo derribó de sus orgullosos propósitos e hizo de él una criatura nueva. En segundo lugar, el aniversario de canonización de Santa María Soledad, cuya vida no fue fácil, no se hizo santa en poco tiempo, sino que la santidad se fue fraguando en la medida en que cada día respondía a la gracia de Dios.

Por último, tuvo unas elocuentes palabras referidas a la Promulgación del Decreto de Unificación de Provincias en España. La necesidad de reestructuración no es solo de las Siervas de María, sino que es un proceso vivido ya o que están viviendo muchos institutos y la Iglesia misma. La ansiedad e inseguridad que genera son inevitables, pero es momento de recurrir a la fe, -recordó el ejemplo de Abraham-, y nos animó a la confianza en la gracia de Dios. Hizo el paralelismo de la unificación de provincias con lo que ocurre en Brasil con los ríos Negro y Solimôes. Al unirse ambos ríos, durante 14 km las aguas no se mezclan, cada uno mantiene su color, como si tuvieran un muro invisible que los separa, más adelante las aguas comienzan a mezclarse hasta el punto de no encontrar diferencias. Así ocurre en las provincias que se unen, hay diferencias, pero ninguna afecta a lo esencial de las Siervas de María que es servir al Señor a través del servicio gratuito y esmerado al enfermo. Es necesario llegar a tener los mismos sentimientos mediante el diálogo, la acogida, comprensión, etc. y docilidad al Espíritu.

Finalizada la Eucaristía, en la misma Capilla, en presencia de toda la comunidad y los sacerdotes, Madre Inés Cáceres, Secretaria General, dio lectura al Decreto de Unificación de provincias de España. Seguidamente Madre General María Juango lo firmó y selló. Antes de finalizar, dedicó unas sentidas palabras a todas las Hermanas de la Congregación. En ellas recogía la conciencia del dolor y esperanza que nos embarga con la poda de cuatro ramas fuertes que con vigor se extendieron a América, África y Asia, transformándonos en un árbol lleno de vida. Ahora es necesario trazar caminos con audacia y responsabilidad. El carisma nos ha mantenido unidas y así continuará, siendo una oportunidad para crecer, aprender y fortalecernos. Nos invitó a agradecer unidas el pasado, afrontar con coraje el presente y confiar en el futuro que se está gestando bajo la mirada siempre amorosa de Dios.

La bendición final fue otorgada por el que presidió la Celebración con la reliquia de nuestra Santa Madre que a todas emocionó en gran manera. Como broche de oro la comunidad de Roma e imaginamos que todas las Hermanas de la Congregación entonamos el Himno oficial a nuestra Santa Fundadora, poniendo en sus manos el camino emprendido. “Madre Soledad, Sierva de María, danos caridad, sírvenos de guía”. Así sea.