RENOVACIÓN DE VOTOS
Las Siervas de María celebramos con gozo la gran Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, fecha escogida para la renovación de votos de nuestras Hermanas junioras. Con estos dos santos que, a pesar de sus imperfecciones, San Pedro, que negó al Maestro tres veces; y San Pablo, que fue perseguidor de la Iglesia, ratifican una vez más que las debilidades no impiden el seguimiento de Cristo, antes bien, se convierten en fortalezas de humildad y generosidad.
En esta época de la historia que vivimos, marcada por el materialismo y la falta de Trascendencia, es para agradecer al Señor que continúa llamando a jóvenes valerosos a seguir sus huellas en la vida consagrada o sacerdotal. Son como luces encendidas en medio de tantas oscuridades, que quieren iluminar el camino para que sea verdaderamente evangélico para todos.
Nuestra congregación acoge con gozo estas jóvenes que, imitando la audacia de Santa María Soledad, se lanzan sin temor al servicio de la Iglesia en ese mundo, muchas veces relegado, de la enfermedad, el sufrimiento y la pobreza. Los enfermos y sus familias son catequizados y la Sierva de María se convierte en puente de la salvación para muchos, con su servicio desinteresado y amoroso, como lo hizo Jesús.
Varias comunidades en distintos lugares fueron testigos del “sí”, que una vez más pronuncian estas Hermanas cargadas de ilusión y profunda conciencia del don recibido y de la responsabilidad de la respuesta. ¡FELICIDADES POR SU ENTREGA!
Son ellas:
En Roma
- Sor Shiela Mae B. Luis – Filipinas
- Sor Geralyn L. Masangkay – Filipinas
- Sor Joan Api Assandack – Camerún
- Sor Solange Atengia Achengawah – Camerún
En Bamenda, Camerún
- Sor Nicoline Lindu – Camerún
- Sor Claudette Viban – Camerún
- Sor Enmanuela Awungia – Camerún
En Quezon City, Filipinas
- Sor Jerralyn Cafè – Filipinas
- Sor María Yunita Bhene – Indonesia
En Madrid, Casa Madre
- Sor Cherry Ann Arañes – Filipinas
- Sor Marianne C. Tarrazona – Filipinas
- Sor Maureen A. Cosca – Filipinas
- Sor Patricia Menignan – Camerún
- Sor Carine Ngum Nehotie – Camerún
- Sor Sandra Salceda Moreno – México
- Sor Azucena Moreno Gómez – México
- Sor Paola Nieto Tlalolini – México
En Ciudad Real
- Sor Josefina Cabral Aybar – República Dominicana
En Talavera de la Reina
- Sor María Luna Libera Zulla – Filipinas
En Ponce, Puerto Rico
- Sor Mirline D´haiti – Haití
- Sor Stefanny Aquino Valdez – República Dominicana
En Santiago, República Dominicana
- Sor Medeline Docteur – Haití
En Santo Domingo, República Dominicana
- Sor Michelle Ange Pradeus – Haití
- Sor Yenifer Milanez Martínez – República Dominicana
En Tiquipaya, Bolivia
- Sor Eina Peralta Caruajulca – Perú
En Lima, Perú
- Sor Martha Nina Janko – Bolivia
- Sor Wendy Granados Ventura – Perú
- Sor Mónica González Quispe – Perú
Adelante, Hermanas, ¡Ser Sierva de María es dicha grande! Y como dice el gran poeta puertorriqueño Ángel Muñoz de Igartúa: “La vida es baja si se envuelve en odio, pero es excelsa si se vive amando”. Y la vida de una Sierva de María ha de ser de amor y servicio.